Ningún hombre podrá ser el protagonista de tu milagro. Espera el tiempo de Dios sobre ti. Él va delante de ti removiendo escombros; abriendo camino; surcando tu destino.
Sucede que muchas veces anhelamos un milagro de Dios sobre nuestras vidas. Nos aferramos a un sueño, a una visión y no descansamos hasta tanto no veamos el cumplimiento del mismo sobre nosotros.
Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, más de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.» Deuteronomio 8:3 RVR1960
Lo que necesitas es una Palabra de Dios que gravite en tu espíritu. A Su Tiempo El cumplirá Su propósito en ti. No esperes que nadie sea el escalón que te llevará a alcanzar tus sueños.
Es Dios quien nos impulsa a lograr nuestro propósito!
Bendiciones,
Pastora Nadia L. de Sahad
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