Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano. (Génesis 39:3 RVR1960)
Podemos vociferar a los cuatro vientos que somos cristianos. Podemos predicar por las redes sociales que Jesucristo vive y reina. Podemos tratar de convencer a nuestros allegados que hemos cambiado nuestra manera de vivir. Sin embargo, si no hay hechos evidentes que demuestren tal acontecimiento, de nada nos sirve.
En este caso específico, vemos que José tenía un amo llamado Potifar, el cual pudo confirmar con sus propios ojos que este hombre predicaba con su ejemplo de vida más que con sus palabras.
Por otro lado, podemos notar que como consecuencia de lo antes expuesto, el Señor prosperaba todo lo que José hacía, y por su fidelidad fue puesto como encargado de todo los asuntos de su amo.
Qué sucede en nuestras vidas cuando estamos alineados a los principios bíblicos?
Qué ocurre cuando la teoría que expresamos está paralelo con la práctica de las mismas?
«Si tu vida no es un mensaje, tu mensaje no tiene vida»
Abrazos y bendiciones,
Pastora Nadia de Sahad
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