2 Cor. 4:13
Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos,

(‭2 Corintios‬ ‭4‬:‭13‬ RVR1960)
No andamos por vista, sino por fe.

Ejemplos:
A.  La fe del Centurión (Mateo 8:5-10; 13)

Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.

Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora.

Jesús se sorprendió al ver la fe de este hombre.  Simplemente creyó en el poder y autoridad de Jesús sobre cualquier enfermedad, aún a la distancia.

El Señor está buscando personas que crean a pesar de lo que sus ojos estén viendo.  Que crean en el Dios Sobrenatural que nos creó y nos llamó. El no opera en una esfera terrenal, sino celestial.  El está por encima de todo pronóstico desfavorable, por encima de toda oposición que se levante en contra.  El es el Dios de las imposibilidades; Es el Dios que empieza donde terminan las capacidades humanas.

Creí, por lo cual hablé!

B. MARÍA Y MARTA.

Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Ésta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada. (‭S. Lucas‬ ‭10‬:‭38-42‬ RVR1960

Aquí halló Jesús lo que no encontró en la aldea de Samaria:  ALOJAMIENTO.

Marta (anfitriona), no entendía cómo María se sentó a hacer NADA, y solo escuchaba a Jesús en lugar de preparar mesa y atender a los invitados.  Marta se enfocaba más en el servicio de la mesa que en el servicio de la Palabra.

Marta no entendía que Jesús desea ser el primero que da, en lugar de recibir.  Lo divino va en el primer puesto.

Jesús conocía las preocupaciones de Marta (afanada y turbada estás con muchas cosas).  El Señor conoce mejor que nadie todo lo que te acontece, por aquello que te desvelas; está pendiente de tus necesidades.

María rompió los esquemas de la época.  No le importaba las críticas en su contra; a ella sólo anhelaba estar en Su Presencia.  Eso era más que suficiente!

Nadia Sahad

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